Las finales son partidos que se salen de toda regla. Afuera del campo se quedan las estadísticas, los historiales y los boca de urna, que en este caso particular le endilgaban a Tucumán Rugby el enorme peso de ser favorito. Lo que verdaderamente importa en una definición es saberla jugar, y fue allí donde Lawn Tennis hizo la diferencia. La sabiduría que le dieron sus cuatro finales en seis años lo hizo prevalecer sobre un Tucumán Rugby al que lo traicionaron los nervios en el peor momento. Los “benjamines” tuvieron la tranquilidad necesaria para imponer su juego sobre el de los “verdinegros”, que no pudieron cumplir el único precepto que se habían repetido todas las noches de esta semana antes de acostarse: jugar como lo habían hecho hasta ahora, gustando y goleando.
La tónica del partido se advirtió desde el comienzo. El anfitrión lucía mucho más seguro en cada rubro, mientras que la visita se pisaba los cordones con un error tras otro, sobre todo en la toma de decisiones. Las infracciones defensivas de esta desconocida versión del 15 de Yerba Buena fueron regalos para un Federico Mentz monumental, impertérrito, que convirtió en oro todo lo que tocó. Tanta confianza se tenía el apertura que probó desde todos lados y acertó hasta desde atrás de mitad de cancha. Si es cierto que se va, la “Caldera” extrañará mucho a “Manino”.
La única forma que tenía Tucumán Rugby de remediar ese 15-3 parcial era pegar de entrada en el segundo tiempo. La oportunidad perfecta llegó cuando el local se quedó con dos hombres menos por amarillas. Con mayores espacios, Sebastián Ponce llegó al try y dejó las cosas un poco más cerca. Sin embargo, Tucumán Rugby cometió el error de todo equipo que tiene al cronómetro de enemigo: por buscar desesperadamente el ingoal de enfrente descuidó el propio. Y lo pagó. Primero, un kick corto de Nicolás Cipulli le picó mal a su marcador y volvió a la manos de “Araña”, que la apoyó al instante. Luego, Santiago Chavanne se escapó por la banda y dejó casi liquidado el asunto, antes de que Santiago Rez Masud diera el golpe de gracia con un exquisito drop.
Tucumán Rugby murió de pie, atacando hasta el último aliento, pero ya era tarde. Lawn Tennis es otra vez el rey del noroeste. Gracias a su experiencia, y al pie de “Manino”.